El pensamiento sistémico brinda la
posibilidad de identificar qué relaciona un objeto con otro, cómo éstos se
relacionan y qué hace que exista una relación; Es por eso, que el pensamiento sistémico
se fundamenta en cuatro elementos:
el constructivismo que aborda el problema de
la realidad, la hermenéutica que se enfoca en el lenguaje y la interpretación, la
cibernética que hace referencia al aspecto causal de la sistémica, siendo los anteriores integrados
en el pensamiento complejo que invita a pensar desde una perspectiva sistémica.
Desde el punto de vista constructivista, el
mundo se construye a partir de nuestras experiencias y la relación que se presenta
en un ingeniero industrial es que en él se genera un pensamiento mecanicista
que le permite percibir una organización como una gran máquina en movimiento; a
partir de ese pensamiento, el ingeniero industrial podrá relacionar su quehacer
con el movimiento de una causa que llevará a una consecuencia, positiva o negativa
y le otorgará, desde la causa adquirir experiencia.
Por otra parte, es necesario cambiar la dinámica de cómo el ingeniero industrial mira
la organización; porque al desenvolverse en altos cargos gerenciales no logra
tener una mirada integral de lo que sucede en una organización y a su vez pierde
la posibilidad de conocer a los operarios quienes son los que conocen de cerca
los procesos y eventos que se generan en la planta.
Por otro lado, la hermenéutica es un medio
que le brinda al ingeniero la posibilidad de establecer un vínculo con el
personal de una organización, pero para lograrlo es necesario que el ingeniero
se interese por conocer a ejecutivos y operarios porque es la mejor manera para
que desarrolle diferentes formas de comunicarse; de esta manera, puede transmitir
su conocimiento a los demás y aprender de la experiencia de los que día a día
viven en la planta y en el escritorio.
En cuanto a la cibernética, se caracteriza por
proponer un pensamiento circular para que el ingeniero industrial use su
conocimiento de acuerdo al contexto, para que tenga decisiones acertadas en
situaciones complejas y en la elección de un camino efectivo que le permita llegar
a los objetivos, a partir de la interpretación del entorno en el que se
encuentre.
Para completar los fundamentos del pensamiento sistémico,
se integran el constructivismo, la hermenéutica y la cibernética en el
pensamiento complejo que se basa en comprender las conexiones del mundo, y es
de esta manera que en la ingeniería industrial se adopta una actitud relacional
en lo que se observa, construyendo realidades de manera diferente; hay que
aclarar que el pensamiento complejo no hace referencia a un pensar completo
sino a una forma de comprender las relaciones del mundo.
Para finalizar, debo concluir que el ingeniero
industrial debe empezar a ejercer su profesión desde el piso para poder observar,
experimentar, comprender, interpretar y
vivir los sucesos en una planta: conocer y entender los procesos, aprender de
los expertos que manejan el proceso (los operarios) y conocerlos como personas para
reconocer o desarrollar la mejor forma de comunicación con el propósito de que
su mensaje llegue de manera concreta. En muchas ocasiones he escuchado que
“para poder liderar hay que saberlo hacer”, es necesario vivir desde el piso y tener
un contacto directo con la gente porque a partir de la experiencia y la retroalimentación
entre ingeniero-operario se logra ser un líder que se comunica, que influye en
las personas para que compartan las ideas y lleguen al cumplimiento de los
objetivos y de esta manera generar un mejoramiento continuo no sólo en los
procesos productivos, sino también en las condiciones de trabajo, en los métodos,
procedimientos, condiciones de vida de los trabajadores y demás aspectos de una
organización.