viernes, 25 de octubre de 2013

Parcial 1



Reflexión: el papel del Ingeniero Industrial frente al Cambio Climático



“El mundo es un lugar peligroso. No por causa de los que hacen mal, sino por aquellos que no hacen nada por evitarlo”, una reflexión sabia de Albert Einstein

Los impactos en el medio ambiente tuvieron origen con la llegada de la revolución industrial. A partir de esta etapa hubo un auge en el desarrollo de nuevas tecnologías que permitieron transformar el entorno natural y social, para adaptarlo a las necesidades esenciales (alimentación, vestimenta, vivienda, entre otras) y deseos del humano, afectando negativamente la integridad de los ecosistemas, de los cuales depende la humanidad. Actualmente, estamos viendo los efectos tras décadas de excesos e intereses particulares y es por eso que la preservación de nuestros recursos naturales es ahora más que un deber, una necesidad y obligación.

Ante la ocurrencia de impactos ambientales persistentes generados por la intervención humana y el desarrollo industrial, como el calentamiento global, el declive de la capa de ozono, la destrucción de los bosques, la pérdida de la biodiversidad, la creciente escasez de agua dulce, el deterioro de las costas y el ambiente marino, la desertización, la pérdida de suelos y la proliferación de contaminantes orgánicos; el ingeniero industrial debe adquirir un compromiso con el medio ambiente y con sigo mismo, para lograr una mejor calidad de vida sin rebasar la capacidad de carga de los ecosistemas que la sustentan lo cual permitirá que el ser humano y la naturaleza coexistan.

Sin embargo, son muchos los que aún no se han dado cuenta que el comportamiento y los valores son el reflejo de la cultura a la cual estamos expuestos y sin darnos cuenta ésta, constantemente nos lleva a afectar el entorno y a su vez nuestro bienestar; Por lo tanto, es necesario que el futuro ingeniero industrial cambie su visión lineal del entorno y adquiera un cambio de pensamiento que le permita ver y establecer una relación equilibrada entre las necesidades humanas y la capacidad finita de los recursos naturales porque eso le permitirá obtener conciencia y responsabilidad frente al medio ambiente y las futuras generaciones.

Por otra parte, el ingeniero industrial debe estar en la capacidad de generar proyectos de mejora que posibiliten una administración racional de los recursos renovables y no renovables para asegurar un flujo constante de estos porque los actuales hábitos de consumo, las formas de producción, la explotación de recursos y el aumento de los desechos, están ejerciendo una presión muy grande sobre los ecosistemas, impidiéndoles su recuperación. Es por esto, que como futuros ingenieros industriales debemos asumir el liderazgo para ser agentes del cambio para generar propuestas y estrategias que beneficien al medio ambiente, al ser humano, el desarrollo y la economía.

El ingeniero industrial debe ser un profesional integral que sea consciente de las tendencias en el entorno natural. En primer lugar, la creciente demanda ha generado la escasez de materias primas que son esenciales en la industria, es allí donde el profesional debe intervenir mediante estrategias como el uso de recursos alternos o la mejora directa de los procesos en los que se disminuya el uso de las materias primas actuales. En segundo lugar, otra tendencia ambiental es el aumento de la contaminación en el que la industria es uno de los principales causantes del daño en el entorno natural. Considerando la eliminación de desechos químicos, plásticos, desechos nucleares, entre otros, en donde es determinante que el ingeniero genere un compromiso por parte de la empresa frente a los desechos (residuos) y contaminantes que produce, porque una empresa bien informada va más allá de las regulaciones que dicta el gobierno, para ello es necesario un acompañamiento constante del ingeniero mediante el desarrollo de estrategias y prácticas que sean ambientalmente sustentables, lo cual permitirá responder a las demandas del consumidor con productos ecológicamente más responsables.


Es necesario que las compañías aprendan que las acciones ambientalmente responsables también pueden ser buenos negocios, por ejemplo: GE está creando motores más limpios para aviones, PepsiCo está utilizando envases biodegradables, otras están trabajando en mejorar los controles de la contaminación e implementando en sus operaciones el uso de energías más eficientes. De acuerdo a lo anterior, el ingeniero industrial no solamente debe enfocarse en proponerse metas de producción, abastecimiento o distribución sino que puede empezar a establecer metas de reducción de recursos como actualmente lo está haciendo Frito-Lay en su planta de SunChips en donde un campo con paneles solares genera la energía para las tres cuartas partes de la planta.

Finalmente, debo decir que es posible generar bienes y servicios amigables con el medio ambiente y para eso el ingeniero industrial debe convertirse en un líder comprometido con la mejora continua de los procesos de producción, un profesional que tome desiciones acordes con el compromiso que ha adquirirdo con el medio ambiente, que se valga de la tecnología para generar propuestas que mejoren los procesos y contribuyan al cuidado del medio ambiente y que sea lo suficientemente ágil, objetivo y claro para enseñarle a quienes gerencian las compañías que cuidando el medio ambiente no solamente obtienen ganacias monetarias sino también sus futuras generaciones.






domingo, 1 de septiembre de 2013

Actividad 2 - Reseña

Reseñado por Leidy Johanna Herrera Vidal

Barlett, G. Systemic Thinking a simple thinking technique for gaining systemic (situation-wide) focus (2001).
14 páginas.

Gary Bartlett, expone en su escrito las generalidades sobre el pensamiento sistémico, las componentes de éste, las diferencias entre un pensamiento analítico y un pensamiento sintético, así como la barrera que suele presentarse en ésta técnica de pensamiento; también, expone lo que se necesita para tener un pensamiento sistémico y las aplicaciones que se le puede dar a ésta técnica. El objetivo del autor es mostrar el poder que tiene el pensamiento sistémico brindando la posibilidad de ver la profundidad de los elementos en diversas situaciones.

Inicialmente, el autor declara que todo lo que nos rodea es sistémico, es decir que hay una interacción entre todas las cosas que hay alrededor y que es incoherente manejar de forma aislada situaciones que trabajan en conjunto. Es por eso, que el pensamiento sistémico permite darle solución a nuestros paradigmas mentales, llevándonos a entender los escenarios que la realidad cotidiana nos brinda día a día.

Por otra parte, el autor explica que el pensamiento sistémico es una técnica simple que permite encontrar el enfoque del sistema, valiéndose del pensamiento analítico y sintético, los cuales difieren entre sí, porque el analítico limita la cantidad de elementos a evaluar y su objetivo está en comparar los elementos, centrándose en la búsqueda de las diferencias entre ellos para luego seleccionar el elemento más valioso. Sin embargo, el pensamiento sintético se enfoca en encontrar características comunes entre los elementos para comprender cómo trabajan en conjunto con el objetivo de intervenir en la situación de manera integral e inteligente.

No obstante, Bartlett plantea que la disonancia cognitiva es una de las barreras del pensamiento sistémico porque con base en la teoría de León Festinger[1]: “las personas nos sentimos incómodas cuando tenemos que sostener simultáneamente creencias contradictorias o cuando nuestras creencias no están en armonía con lo que hacemos, y para reducir esa incomodidad, podemos comportarnos o argumentar a favor de la decisión tomada, para convencernos del porqué de esas decisiones”. De acuerdo a lo anterior, las personas buscan mecanismos de negación que dan un alivio temporal, pero que no solucionan el problema y para hacerle frente a ésta barrera es necesario agrupar las cosas en etapas, es decir agrupar todos los elementos por temas y de esta manera encontrar la característica que tienen en común; lo anterior, es con el propósito de evitar descartar la presencia de un patrón de repetición (similitud entre las cosas).

También, es necesario que al encontrar el tema en común se pongan en práctica las soluciones propuestas porque de esta manera se empieza a dar una aplicabilidad al pensamiento sistémico, y a medida que vamos identificando patrones en diversas situaciones, una buena herramienta que propone el autor es desarrollar un archivo de soluciones sistémicas, que nos dará la facilidad para identificar el fenómeno fractal en futuras situaciones.

Finalmente, el autor dice que el pensamiento sistémico puede ser aplicado en cualquier situación, algunos ejemplos: en liderazgo, mercadeo, producción, proyectos, ventas, distribución, innovación, toma de decisiones estratégicas, tecnología, cultura e inclusive en las relaciones personales. De cierto modo, el pensamiento sistémico brinda cierto control para influir sobre las situaciones que se presenten y de esta manera nos prepara para el futuro, porque vivimos en un mundo complejo que día a día produce más información de la que podemos absorber, un mundo en el que los problemas son cada vez más complejos y un modelo matemático no es suficiente para solucionarlos. El pensamiento sistémico es un puente que nos ayuda a acoplarnos a los cambios acelerados porque nos facilita comprender la estructura de los problemas para llegar a soluciones rápidas y simples.

Reflexión:
Constantemente limitamos nuestro pensamiento porque no tenemos una mirada diferente del entorno que nos rodea, pues es más fácil quedarnos en una zona cómoda y familiar que intentar algo diferente; por eso, es necesario que empecemos a pensar fuera de la caja, como lo sugiere el autor, porque de esta manera podemos tener experiencias diferentes  que motiven la generación de buenas ideas.
Es por eso que el pensamiento sistémico nos permite salir de la zona de confort porque genera en nosotros un pensamiento que ahonda en la situación que enfrentamos, segmenta los elementos de acuerdo a las similitudes o patrones que existan entre ellos, y de acuerdo a eso posibilita llegar a una solución que mejorará toda la situación y no sólo partes de ella.




[1] Margarita, R. S. (26 de Marzo de 2012). ¿Qué es la disonancia cognitiva?. Recuperado el 28 de Agosto de 2013, de http://soberanamente.com/que-es-la-disonancia-cognitiva/


jueves, 29 de agosto de 2013

PROPUESTA: ¿CÓMO DEBE EL INGENIERO INDUSTRIAL DESARROLLAR EL PENSAMIENTO COMPLEJO?



El pensamiento se desarrolla en el tiempo, como la música, como el lenguaje. Es un camino que recorremos, que hacemos paso a paso y en cada momento estamos en un tramo de éste. Es por eso, que con la práctica estructuramos el pensamiento, pero de niños a estudiantes universitarios: ¿cómo hemos estructurado nuestro pensamiento?, pues bien, éste se ha caracterizado por ser simplista porque reduce y generaliza la realidad y eso es debido a que no nos han educado para desarrollar un pensamiento complejo que nos permita interesarnos por lo desconocido, asombrarnos con sucesos que no son comunes e indagar ante la duda.

Por lo tanto, debemos empezar a desarrollar estrategias de pensamiento para poder responder ante las necesidades de la realidad, lo principal es lograr visualizar los contextos para actuar, teniendo en cuenta que esos escenarios pueden cambiar a medida que se presentan sucesos en el entorno y de esta manera podremos desarrollar, mejorar, implementar y evaluar sistemas integrados

Ahora, ¿cómo desarrollar el pensamiento complejo?, es necesario desarrollarlo mediante la práctica, a partir de herramientas que contengan procesos complejos, como por ejemplo:

- La comprensión de problemas, le permite al ingeniero industrial visualizar y entender los escenarios del problema, establecer posibles propuestas de solución y tomar decisiones arriesgadas y acciones que el ingeniero deba sortear.

- La lectura, nos permite obtener más conocimiento y a su vez brinda una visión actual de la realidad. También, nos ayuda a incrementar el léxico y permite entender la realidad.

- Las preguntas específicas para solucionar un problema permiten generar lluvias de ideas que posteriormente pueden llegar a tener alguna relación y que pueden ser usadas para formas estrategias fuertes para tomar decisiones.

domingo, 4 de agosto de 2013

Actividad 1



El pensamiento sistémico brinda la posibilidad de identificar qué relaciona un objeto con otro, cómo éstos se relacionan y qué hace que exista una relación; Es por eso, que el pensamiento sistémico se fundamenta en cuatro elementos:
el constructivismo que aborda el problema de la realidad, la hermenéutica que se enfoca en el lenguaje y la interpretación, la cibernética que hace referencia al aspecto causal de la  sistémica, siendo los anteriores integrados en el pensamiento complejo que invita a pensar desde una perspectiva sistémica.

Desde el punto de vista constructivista, el mundo se construye a partir de nuestras experiencias y la relación que se presenta en un ingeniero industrial es que en él se genera un pensamiento mecanicista que le permite percibir una organización como una gran máquina en movimiento; a partir de ese pensamiento, el ingeniero industrial podrá relacionar su quehacer con el movimiento de una causa que llevará a una consecuencia, positiva o negativa y le otorgará, desde la causa adquirir experiencia.

Por otra parte, es necesario cambiar la  dinámica de cómo el ingeniero industrial mira la organización; porque al desenvolverse en altos cargos gerenciales no logra tener una mirada integral de lo que sucede en una organización y a su vez pierde la posibilidad de conocer a los operarios quienes son los que conocen de cerca los procesos y eventos que se generan en la planta.


Por otro lado, la hermenéutica es un medio que le brinda al ingeniero la posibilidad de establecer un vínculo con el personal de una organización, pero para lograrlo es necesario que el ingeniero se interese por conocer a ejecutivos y operarios porque es la mejor manera para que desarrolle diferentes formas de comunicarse; de esta manera, puede transmitir su conocimiento a los demás y aprender de la experiencia de los que día a día viven en la planta y en el escritorio.

En cuanto a la cibernética, se caracteriza por proponer un pensamiento circular para que el ingeniero industrial use su conocimiento de acuerdo al contexto, para que tenga decisiones acertadas en situaciones complejas y en la elección de un camino efectivo que le permita llegar a los objetivos, a partir de la interpretación del entorno en el que se encuentre.

Para completar los fundamentos del pensamiento sistémico, se integran el constructivismo, la hermenéutica y la cibernética en el pensamiento complejo que se basa en comprender las conexiones del mundo, y es de esta manera que en la ingeniería industrial se adopta una actitud relacional en lo que se observa, construyendo realidades de manera diferente; hay que aclarar que el pensamiento complejo no hace referencia a un pensar completo sino a una forma de comprender las relaciones del mundo.

Para finalizar, debo concluir que el ingeniero industrial debe empezar a ejercer su profesión desde el piso para poder observar, experimentar, comprender,  interpretar y vivir los sucesos en una planta: conocer y entender los procesos, aprender de los expertos que manejan el proceso (los operarios) y conocerlos como personas para reconocer o desarrollar la mejor forma de comunicación con el propósito de que su mensaje llegue de manera concreta. En muchas ocasiones he escuchado que “para poder liderar hay que saberlo hacer”, es necesario vivir desde el piso y tener un contacto directo con la gente porque   a partir de la experiencia y la retroalimentación entre ingeniero-operario se logra ser un líder que se comunica, que influye en las personas para que compartan las ideas y lleguen al cumplimiento de los objetivos y de esta manera generar un mejoramiento continuo no sólo en los procesos productivos, sino también en las condiciones de trabajo, en los métodos, procedimientos, condiciones de vida de los trabajadores y demás aspectos de una organización.