Reseñado por Leidy Johanna
Herrera Vidal
Barlett, G. Systemic Thinking a simple thinking
technique for gaining systemic (situation-wide) focus (2001).
14 páginas.
Gary Bartlett, expone
en su escrito las generalidades sobre el pensamiento sistémico, las componentes
de éste, las diferencias entre un pensamiento analítico y un pensamiento
sintético, así como la barrera que suele presentarse en ésta técnica de
pensamiento; también, expone lo que se necesita para tener un pensamiento
sistémico y las aplicaciones que se le puede dar a ésta técnica. El objetivo
del autor es mostrar el poder que tiene el pensamiento sistémico brindando la
posibilidad de ver la profundidad de los elementos en diversas situaciones.
Inicialmente, el autor
declara que todo lo que nos rodea es sistémico, es decir que hay una
interacción entre todas las cosas que hay alrededor y que es incoherente
manejar de forma aislada situaciones que trabajan en conjunto. Es por eso, que
el pensamiento sistémico permite darle solución a nuestros paradigmas mentales,
llevándonos a entender los escenarios que la realidad cotidiana nos brinda día
a día.
Por otra parte, el
autor explica que el pensamiento sistémico es una técnica simple que permite
encontrar el enfoque del sistema, valiéndose del pensamiento analítico y
sintético, los cuales difieren entre sí, porque el analítico limita la cantidad
de elementos a evaluar y su objetivo está en comparar los elementos, centrándose
en la búsqueda de las diferencias entre ellos para luego seleccionar el
elemento más valioso. Sin embargo, el pensamiento sintético se enfoca en
encontrar características comunes entre los elementos para comprender cómo
trabajan en conjunto con el objetivo de intervenir en la situación de manera integral
e inteligente.
No obstante, Bartlett
plantea que la disonancia cognitiva es una de las barreras del pensamiento
sistémico porque con base en la teoría de León Festinger[1]: “las personas nos
sentimos incómodas cuando tenemos que sostener simultáneamente creencias
contradictorias o cuando nuestras creencias no están en armonía con lo que
hacemos, y para reducir esa incomodidad, podemos comportarnos o
argumentar a favor de la decisión tomada, para convencernos del porqué de esas
decisiones”. De acuerdo a lo anterior, las personas buscan mecanismos de
negación que dan un alivio temporal, pero que no solucionan el problema y para
hacerle frente a ésta barrera es necesario agrupar las cosas en etapas, es
decir agrupar todos los elementos por temas y de esta manera encontrar la
característica que tienen en común; lo anterior, es con el propósito de evitar
descartar la presencia de un patrón de repetición (similitud entre las cosas).
También, es
necesario que al encontrar el tema en común se pongan en práctica las
soluciones propuestas porque de esta manera se empieza a dar una aplicabilidad
al pensamiento sistémico, y a medida que vamos identificando patrones en
diversas situaciones, una buena herramienta que propone el autor es desarrollar
un archivo de soluciones sistémicas, que nos dará la facilidad para identificar
el fenómeno fractal en futuras situaciones.
Finalmente, el autor
dice que el pensamiento sistémico puede ser aplicado en cualquier situación,
algunos ejemplos: en liderazgo, mercadeo, producción, proyectos, ventas,
distribución, innovación, toma de decisiones estratégicas, tecnología, cultura
e inclusive en las relaciones personales. De cierto modo, el pensamiento
sistémico brinda cierto control para influir sobre las situaciones que se presenten
y de esta manera nos prepara para el futuro, porque vivimos en un mundo
complejo que día a día produce más información de la que podemos absorber, un
mundo en el que los problemas son cada vez más complejos y un modelo matemático
no es suficiente para solucionarlos. El pensamiento sistémico es un puente que
nos ayuda a acoplarnos a los cambios acelerados porque nos facilita comprender
la estructura de los problemas para llegar a soluciones rápidas y simples.
Reflexión:
Constantemente
limitamos nuestro pensamiento porque no tenemos una mirada diferente del
entorno que nos rodea, pues es más fácil quedarnos en una zona cómoda y
familiar que intentar algo diferente; por eso, es necesario que empecemos a
pensar fuera de la caja, como lo sugiere el autor, porque de esta manera
podemos tener experiencias diferentes que
motiven la generación de buenas ideas.
Es por eso que el
pensamiento sistémico nos permite salir de la zona de confort porque genera en
nosotros un pensamiento que ahonda en la situación que enfrentamos, segmenta
los elementos de acuerdo a las similitudes o patrones que existan entre ellos,
y de acuerdo a eso posibilita llegar a una solución que mejorará toda la
situación y no sólo partes de ella.
[1] Margarita, R. S. (26 de Marzo de 2012). ¿Qué es la
disonancia cognitiva?. Recuperado el 28 de Agosto de 2013, de
http://soberanamente.com/que-es-la-disonancia-cognitiva/